Sábado
Por fin era sábado. Ya estaba a nada de terminar la semana. Ahora veía con ojos de esperanza el mañana. Creí que lo peor había pasado y que nada de lo que me pueda llegar a pasar se iba a comparar con esta semana. No sé porqué siempre vemos nuestros problemas como algo imposible de superar, cuando vivimos algo feo creemos que eso es lo más difícil del mundo y en el momento no nos sentimos capaces de superarlo. Pero la vida sigue, los problemas que no te dejaban dormir ayer, hoy son lo mejor que te podría pasar (exagerando un poco, obvio). Y eso se debe a que los problemas que enfrentamos se encargan de entrenarnos y capacitarnos para poder enfrentar problemas más duros y serios. Es como en la escuela, un niño de primer grado difícilmente va a poder resolver los ejercicios de matemáticas que les enseñan a los chicos de segundo grado, y viceversa, los ejercicios que les dan a los niños de primer grado resultan muy fáciles de resolver para los chicos de segundo. Todo eso entendí ese día,...