Sábado
- ¿Eso es todo lo que pasó el día viernes? – preguntó Jere, continuando con la entrevista. - Por lo menos es todo lo que yo recuerdo y lo que a mi me tocó pasar. Luego de que mi secuestrador, el mismo que había aportado su ADN para que yo existiera, me había devuelto a mi cuarto “como castigo por portarme mal” (así me decía él, adoptando un tono paternal en la voz), yo me había resignado. Estaba exhausto, física y mentalmente. No podía comprender qué motivos podía tener para hacerme esto, para hacernos esto. Tampoco tenía más energías para seguir buscando una respuesta, solo quería dormir y despertar en otro lugar, en otra vida. Pero, el que si tiene mucho que contar de esos días es mi hermano Matías. Después de todo, ese pequeño fue el que nos rescató a todos de aquella pesadilla. - Estoy de acuerdo, y me encantaría poder hablar con él también, pero las leyes de protección al menor me impiden hacerle cualquier pregunta al respecto y mucho menos puedo grabarlo. Solo podemos recol...