Martes
- ¿Qué fue lo que interrumpió tu sueño? – preguntó mi interlocutor. - Pues, ¿Qué va a ser? El canto de los gallos apenas salía el sol. Acá en la ciudad y en el barrio en donde vivo, muchos hacemos uso de nuestros celulares para programarnos una alarma para un horario especifico y para un día determinado. Pero, allá donde me tuvieron encerrado la única alarma que existía era escuchar el canto de los gallos al amanecer de cada día. - Me había olvidado de que el lugar donde estabas queda muy apartado de la ciudad. - Mas allá de que queda lejos del ruido de la ciudad y los autos que pasan todo el día, yo estaba muy acostumbrado a escuchar a mis vecinos discutir o poner música fuerte a la noche, pero allá el único ruido que escuchaba era el de los grillos y los sapos, por lo cual cada pequeño sonido que escuchara me llamaba la atención, y mas el constante cocoreo de esos gallos molestos. Así que, por esa razón fue que el día martes me levante tan temprano. Al despertarme y no pode...