Primer secreto.
Bueno,
creo que ya es hora de que empiece a soltarlo todo. Y, para eso, como no puedo
dejar de ser organizada y amante del orden hasta que muera, he ideado una lista
con los mas grandes secretos que encierra mi corazón:
- --- Como es obvio, voy a empezar
por el principio, el momento donde todo comenzó. Yo tenia 17 años cuando empecé
a acompañar a mi papá a su trabajo (él era el director de un antiguo manicomio
de la ciudad, que hasta el día de hoy sigue funcionando). En uno de esos días que
yo iba con él, conocí a un joven de mi edad, su nombre era Miguel. Él estaba ahí
porque sus padres pensaban que tenía alguna clase de trastorno de bipolaridad. Pero,
lo único que mis ojos veían era su hermosa sonrisa. Seguí yendo por mucho
tiempo, hasta que mi padre me advirtió de su inestabilidad mental, a lo que yo
respondí que debía estar equivocado, pues el chico al que yo veía era tan
normal como yo. Él me preguntó a cuál de los dos gemelos me refería, y yo no
supe cómo responderle porque pensaba que había hablado con una sola persona,
cuando en realidad había estado hablando con Miguel y con su hermano Fernando,
quien habitualmente se hacía pasar por el otro gemelo. Cuando mi papá me contó
sobre su historial clínico y cómo era en verdad, yo dejé de verlo y de
hablarle. Hasta que un día, después de dos años más o menos, mi papá me llevó con
él a un acto que habían organizado por algunos pacientes que habían terminado con
su tratamiento, entre los cuales estaban Migue y Fernando. Cuando vi que ellos
eran unos de esos pacientes, me alegré un montón y decidí ir a felicitarlos. Pero,
Miguel se adelantó y me dijo que me había extrañado mucho y había hecho todo lo
posible para salir de ese lugar lo antes posible y poder verme otra vez. Todos
mis sentimientos por él regresaron en ese momento. Afortunadamente, ellos iban
a mi casa porque mi papá era el encargado de realizar su seguimiento psico-patológico.
Por lo cual, nos seguimos viendo así, hasta que Miguel se atrevió a invitarme a
salir. Fue la mejor cita de mi vida. Y, como esa cita, tuvimos varias; él iba a
mi casa a buscarme, pero para que mi papá no lo viera, entraba por una vieja
puerta que conectaba la casa que daba con el fondo de mi casa con el patio de
la mía, y por ahí me escapaba. Después de un año saliendo a escondidas, vimos
que lo nuestro era algo mas que una amistad, así que organicé una cena con mi
familia para presentarles a mi novio, Miguel. Pero, cuando mis papás se enteraron
de que estaba saliendo con uno de sus pacientes, se molestaron mucho y me
prohibieron salir de la casa. Fue entonces, cuando a su hermano se le ocurrió
presentarse en mi casa para hablar con mi papá. Sinceramente, no sé qué fue lo
que le dijo, yo solo escuché gritos por toda la casa y, apenas unos minutos después
de eso, mi papá fue a mi habitación a pedirme perdón y decirme que, si de
verdad quería estar con Miguel, él le iba a dar la oportunidad de mostrarle si
era capaz de amarme y cuidarme como él lo hacía. Después de eso, pudimos tener
esa cena que había planeado, aunque fue mucho mejor de lo que esperaba, mi papá
se mostró muy amable con Miguel, y mi mamá no dejaba de ofrecerle mas comida. Nos
casamos, y poco tiempo después se murió mi papá y a mi mamá le detectaron cáncer.
Luego de su muerte, todo se puso muy complicado, tuvimos que quedarnos a vivir
con mi mamá para poder cuidarla, y Miguel quería que tuviéramos hijos, pero
nada funcionaba. Entonces, Fernando me había enviado una carta diciéndome que nos
veamos en la casa de su padre porque tenían algo que decirme. Cuando fui, los
saludé a ambos y me senté en la sala de estar para que podamos conversar mas cómodos.
Don Jorge (el padre de Miguel y Fernando) me miró con una cara triste y se fue
de la casa. Yo no entendía nada, así que le pedí a Fernando que me diga lo que
estaba pasando. Él me dijo que estaba seguro de que Miguel me iba a pedir hijos,
pero en realidad él no puede dárselos porque, cuando tenían cerca de 14 años, Fernando,
haciéndose pasar por Miguel, convenció a su padre de hacerle una vasectomía diciéndole
que no quería que nadie heredara su condición. Entonces, le dijo a Miguel que le
habían detectado una enfermedad y necesitaban parte de su tejido muscular, y
Miguel como es tan bueno accedió a ir al medico para donarle lo que él
necesitaba. A todo esto, pasaron años y Fernando nunca le contó a su hermano lo
que le hizo, lo dejó vivir en la ignorancia, al igual que yo hice con mis
hijos. Después de todo, Fernando y yo no éramos tan distintos. Luego de
contarme aquella historia, me propuso un trato. Él quería estar conmigo, y yo quería
hacer feliz a mi esposo. Así que accedí a acostarme con él y guardar el secreto
de quien sería el padre biológico de ese niño. Cuando me enteré de que por fin había
quedado embarazada, le conté a mi esposo (quien se puso sumamente contento) y me
alejé definitivamente de Fernando.

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